viernes, 2 de noviembre de 2012

EL CAMINO HACIA LA PAZ EN COLOMBIA

A fines de agosto la cadena Telesur revelaba la existencia de un acuerdo de diálogo entre el Gobierno de Juan Manuel Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Horas después, el presidente Santos y el jefe de la guerrilla "Timochenko" lo confirmaban en apariciones separadas y desde entonces las expectativas del pueblo colombiano y de toda la región están puestas en un acercamiento que, de avanzar con éxito, podría terminar con la guerrilla más antigua de América Latina y con un conflicto armado que dura desde hace medio siglo y ha causado millones de víctimas entre muertos, heridos, secuestrados y desplazados. 

“APRENDER DE LOS ERRORES DEL PASADO”
Las negociaciones directas entre las FARC y el gobierno de Santos comienzan formalmente este mes de octubre en Oslo y luego se trasladarán a La Habana. En ambas ciudades, tal vez también en otras, las partes implicadas abordarán cinco grandes temas: desarrollo rural y mayor acceso a la tierra, garantías para el ejercicio de oposición política y participación ciudadana, fin del conflicto armado, búsqueda de solución al problema del narcotráfico y derechos de las víctimas. Para Laura Gil, experta en relaciones internacionales y derechos humanos, el aspecto más polémico del diálogo son “los mecanismos de justicia, verdad y reparación porque la guerrilla siempre ha dicho que no aceptará pagar ni un día de cárcel”. 

Cada delegación cuenta con un máximo de diez personas, de las cuales cinco son miembros plenipotenciarios, y en total hay un máximo de treinta representantes en cada delegación. El equipo del gobierno de Santos está dirigido por el ex vicepresidente Humberto de la Calle, veterano político, e incluye al ex director de la Policía Nacional y a un ex comandante de las fuerzas militares entre otros. 

La mayoría de los miembros elegidos por las FARC son ideólogos y políticos con experiencia en diálogos anteriores. El grupo guerrillero tomó además la iniciativa a la hora de incluir a una mujer en la mesa de negociación, cumpliendo así con la Resolución 1325 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que reafirma la importancia del papel de la mujer en la solución de los conflictos. Se trata de Sandra Ramírez, viuda del cofundador Manuel Marulanda. 

Las negociaciones directas se producen luego de unas conversaciones exploratorias que comenzaron en febrero y que se han regido, detalló Santos, por la voluntad de terminar con el conflicto y “aprender de los errores del pasado para no repetirlos". Dos premisas que también iban dirigidas al Ejército de Liberación Nacional (ELN), la segunda guerrilla del país, a la cual invitó a sumarse al diálogo. Sin embargo, el mandatario aclaró que las fuerzas de seguridad del Estado mantendrán sus operaciones y presencia militar “sobre cada centímetro del territorio nacional". El máximo líder de las FARC, por su parte, afirmó en un vídeo difundido por internet que llegan a la mesa de diálogo “sin rencores ni arrogancias". 

Desde el comienzo de su mandato en 2010, el presidente colombiano manifestó su compromiso de alcanzar un acuerdo político de paz y ha ido preparando el terreno, por ejemplo fortaleciendo el marco jurídico con la aprobación de la Ley de Víctimas y de Restitución de Tierras, que pretende reparar económicamente a las víctimas del conflicto y devolver las tierras ocupadas por las FARC y los grupos paramilitares a sus dueños originales. 

Éste es el cuarto intento para lograr el cese de hostilidades con la guerrilla desde la década de los 80, cuando accedió al diálogo por primera vez. Las últimas conversaciones datan de hace diez años, durante el gobierno de Andrés Pastrana. El entonces presidente llegó a retirar al Ejército de una zona del sur del país, pero el diálogo fracasó luego de una serie de ataques rebeldes y desde entonces las partes han estado en guerra. 

PAÍSES GARANTES Y ACOMPAÑANTES
En el proceso actual, en cambio, hay dos diferencias clave respecto a los anteriores: en primer lugar no se ha pactado la desmilitarización de territorios ni tampoco un cese al fuego. Además, en esta ocasión las conversaciones se llevan a cabo fuera de Colombia, principalmente en Noruega y Cuba. Ambos países fueron designados como “garantes” de las negociaciones, mientras que Chile y Venezuela son los “acompañantes”.

Consultado sobre la elección de estos países, el analista internacional Horacio Calderón explica que “el acuerdo incluye a Venezuela dada la estrecha relación entre el presidente Chávez y las FARC y Chile fue elegida porque el primer mandatario Sebastián Piñera brinda al gobierno colombiano las garantías suficientes, dado su perfil político insospechable de cualquier proximidad con ideologías de izquierda”. 

Sobre Cuba, añade que “es un aliado histórico de las FARC y confiable para los líderes actuales de la organización”. En lo que respecta a Noruega, “su participación como garante se debe no sólo a que es la sede del Premio Nobel de la Paz, sino fundamentalmente por haber albergado numerosas negociaciones, incluyendo las de Israel y la OLP y en tiempos más recientes, las relacionadas con Filipinas”.  

De los países mediadores, el que más polémica ha desatado seguramente es Venezuela. Muchos interpretan que Hugo Chávez trata de mostrar su cara más conciliadora para ganar votos en los próximos comicios del país caribeño, cuando optará a una reelección con la que en caso de vencer extendería su mandato a veinte años. Según Calderón, el deterioro de la salud de Chávez también habría sido decisivo para impulsar el proceso en Colombia: “Tal vez sin él en el poder, por una derrota en las próximas elecciones, o por su fallecimiento, faltaría un acompañante clave en el que pudieran confiar las FARC”.

VOCES A FAVOR Y EN CONTRA
En el ámbito internacional, la decisión de Santos ha suscitado reacciones diversas, la mayoría favorables al diálogo como en el caso de la Argentina, Estados Unidos y Venezuela. Según una encuesta publicada por Ipsos Napoleón Franco el 77% de los colombianos también apoya las conversaciones de paz, aunque es significativo que la mayoría se opone a las concesiones necesarias para que tengan éxito. Sobre todo aquéllas que tienen que ver con que los guerrilleros que están encarcelados en el exterior sean liberados o que los líderes no paguen penas de cárcel, así como la posibilidad de que participen en política. 

Uno de los máximos críticos es el ex mandatario Álvaro Uribe, quien durante su mandato (2002-2010) lanzó una ofensiva militar contra la guerrilla con el apoyo de Estados Unidos y defiende una solución militar al conflicto. En declaraciones a la radio local Caracol, Uribe calificó de “muy grave” el proceso de paz con las FARC “sin cese de actividades criminales” y afirmó que es una “bofetada a la democracia” que se permita a los guerrilleros formar parte de la oposición política. 

Más allá de la iniciativa de diálogo en sí, muchos son escépticos sobre los resultados que se puedan obtener. Además existe el temor de que la guerrilla aproveche la situación para recuperar espacio político y militar tras la muerte de sus jefes Alfonso Cano y Jorge Briceño, alias "Mono Jojoy". De hecho, los enfrentamientos con las tropas del gobierno han continuado en los últimos tiempos y hay estudios que indican que los ataques de este grupo aumentaron un 10% entre 2010 y 2011. 

En el mejor de los casos, las FARC quedarían desmembradas frente a un futuro acuerdo de paz que muy probablemente sería rechazado por parte de sus líderes y cuadros intermedios. ¿Qué sucedería con estos potenciales disidentes? Pues lo mismo que con muchos de los miembros de la desmovilizada “Autodefensa de Colombia” (AUC), que crearon las bandas criminales conocidas como BACRIMS”, advierte Calderón.

EL RETO DE LA PAZ
El hecho de llegar a un acuerdo que permita resolver el conflicto armado dibujaría una nueva realidad para un país atravesado por el dolor que dejan tantos años de guerra. Además, supondría el fin de uno de los carteles de droga más importantes del mundo, ya que las FARC se financian en parte gracias a la cadena de cultivo, manufactura, distribución y venta de ilícitos. Es evidente que éste es uno de los factores que la guerrilla valorará a la hora de negociar: ¿perder los ingresos que le supone el narcotráfico a cambio de qué? 

Uno de los reclamos históricos de la guerrilla es la distribución equitativa de las tierras, un tema sensible dado que, como explica Laura Gil, “las FARC, aunque en menor medida que los paramilitares, se apoderaron de tierra ilegalmente (el último estudio menciona 300 mil hectáreas)”. Y añade: “El fin del conflicto podría permitir devolverlas a los campesinos, pero si el Estado no formula y ejecuta una política agrícola, de poco serviría”.
 
Sin duda, la paz generaría grandes beneficios económicos para el país. El ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, cree que Colombia crecería entre uno y dos puntos porcentuales más cada año. De hecho, la revista Dinero señala que la inversión anual en materia de seguridad equivale al 3,5% del PIB o 14% del presupuesto nacional. A estos costos hay que sumar las pérdidas millonarias que dejan los atentados terroristas a la infraestructura vial, eléctrica, minera y petrolera. También habría que considerar los gastos de las empresas privadas en seguridad y las inversiones que cada año dejan de hacerse por el hecho de estar en guerra.

Como contrapartida, los sectores público y privado deberían asimilar la reinserción a la vida civil de los cerca de 8 mil combatientes que componen las FARC. Según una encuesta publicada por Dinero, si bien la gran mayoría, cuatro de cada cinco empresarios, es favorable a la iniciativa del proceso de paz, dos terceras partes de los encuestados no aceptan pagar más impuestos para financiar las obligaciones derivadas de un eventual acuerdo y sólo el 40% estaría dispuesto a contratar a ex guerrilleros en sus empresas.

La paz puede estar hoy más cerca que ayer, pero el camino está lleno de obstáculos y es importante que la sociedad colombiana sea consciente del gran esfuerzo que supondrá alcanzarla y, sobre todo, que durante los primeros tiempos serán mayores los costos que los beneficios. Sólo así se consolidará un escenario que favorezca una paz duradera y estable. Será, en cierta medida, el sacrificio de muchos por el bien del país y de las generaciones venideras. Pero no nos precipitemos: primero hay que llegar a un acuerdo. 

Publicado en la revista argentina DEF octubre 2012

miércoles, 31 de octubre de 2012

UNA VENTANA AL MUNDO

Fundación Abrir la Puerta ofrece a los niños de sectores desfavorecidos un espacio para jugar y poder ser eso: niños. La Escuela nº8 Nicolás de Avellaneda es uno de los centros donde realiza sus talleres

Por Vera Cataño

Fundación Abrir la Puerta
Se acerca el fin de la jornada en la Escuela nº8 Nicolás de Avellaneda y se siente la excitación de los niños que transitan los pasillos. En este centro estatal ubicado en el barrio de Tribunales el 98% de los alumnos son de la Villa 31. Los de segundo grado están de suerte: hoy les toca el taller de juego que organiza la Fundación Abrir la Puerta. Mariana y Dolores, las ludoeducadoras, ya han llegado y muchos se abalanzan sobre ellas para saludarlas. “Venimos a esta escuela desde el año pasado y es un lugar donde los chicos disfrutan mucho y nos muestran su reconocimiento”, explica Dolores.  

La Fundación Abrir la Puerta nació en junio de 2005 en la ciudad de Buenos Aires de la mano de Lila Villahoz con el objetivo de promover el derecho a jugar de los niños de entre 3 y 12 años de bajos recursos que viven en condiciones de hacinamiento y que a menudo cumplen roles de adultos en sus casas, como ocuparse del cuidado de sus hermanos menores. “La idea era poder brindarles algo que no tuviera que ver con lo material sino más bien con su crecimiento personal”, explica Lila, para quien el juego tuvo mucha importancia en su propia infancia e incluso todavía hoy con sus hijos: “Es algo que uno nunca debiera perder, no importa la edad que tenga”.

Ya están todos sentados en ronda en el patio y ahora los tres voluntarios que colaboran con la fundación se presentan. Un joven argentino y dos chicas de Estados Unidos. Una de ellas es Natalie, quien ya trabajó con niños en su Nueva York natal y destaca: “F.A.P trae los juegos con una sonrisa, no solamente una caja de cartón (…) Hay valor en el hecho de que los niños aprenden a respetar y escuchar. Se dan cuenta que si quieren jugar, tendrán que portarse bien”.

En general las actividades de la fundación trabajan siete inteligencias: musical, lingüística, matemática, espacial, corporal, intrapersonal e interpersonal. El programa madre es la juegoteca, un espacio de juego similar a los talleres pero de varios meses de duración, lo cual permite un seguimiento más exhaustivo. Sin embargo, las últimas dos juegotecas cerraron porque las organizaciones dueñas de los lugares necesitaban los espacios.

El programa de talleres de juego, en cambio, ha crecido tanto que se limita a cuatro sesiones por grado. Lila reconoce que no les alcanzan los recursos económicos para cubrir la demanda existente y por este motivo, además de recibir el apoyo de algunas empresas y organismos locales y estatales, están lanzando una campaña para recaudar fondos a través de donantes particulares mediante el pago de pequeñas cantidades con tarjeta de crédito. Pese a las dificultades, según sus cálculos, cada año más de 200 niños tienen acceso al juego gracias a los proyectos de la fundación.

El taller ya ha comenzado y se les reparte  una hoja donde deben dibujar a qué juegan en sus casas, en la escuela y en la plaza para más adelante hacer un mural y pintar una de las paredes de la escuela donde quedarán plasmados los distintos juegos. Luego de la concentración que les requiere a los chicos este ejercicio comienza la acción: el equipo de la fundación les propone aprender una danza y todo son cantos, gestos cada vez más rápidos y alegría. 

Daniel Staffora, director del colegio, valora muy positivamente los aportes de Abrir la Puerta. “Los chicos están encerrados en su barrio, por eso venir acá para jugar, aparte de aprender, es importantísimo. El juego abre puertas, ventanas, permite sueños… Para estos chicos no es sólo una distracción: les permite pensar y expresarse”.


Publicado en la revista argentina Tercer Sector nº 88 Septiembre-Octubre 2012   

viernes, 31 de agosto de 2012

UNIDOS POR EL RECLAMO

@Iaioflautas
En el país de los indignados, no sólo los jóvenes salen a la calle. Los Iaioflautas, un grupo de jubilados que ya habían militado contra el franquismo, se organizaron para protestar contra las clases política y financiera.

Llaman la atención porque son un colectivo de gente mayor combativa, que no está dispuesta a conformarse con la situación actual en España. “Nuestro principal objetivo es que nuestros hijos y nietos no hereden una sociedad peor que la que heredamos nosotros”, explica Francisco González. Con sus 60 años, es responsable de Comunicación de los iaioflautas. Este movimiento, como se definen ellos, nació en Barcelona en octubre de 2011 a raíz de la crisis y de otro movimiento, el 15M, con el cual comparten los reclamos por un Estado de Bienestar que proteja a los ciudadanos –con más oportunidades laborales, más justicia social, una democracia más participativa– y que rechazan la corrupción de la clase política y financiera y las complicidades entre ambas. “Somos la parte senior del 15M”, resume Francisco, y aclara que a diferencia de otros movimientos seniors “nosotros no tenemos reivindicaciones propias por ser personas mayores”.

El nombre lo decidieron después de que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, empleara de forma despectiva el término “perroflautas” para referirse a los indignados. En España se denomina de esa manera a los jóvenes que van con sus perros, con o sin flauta, con cierto estilo hippie. Y “iaio” en catalán o “yayo” en español se usa para hablar de los abuelos. Pero Aguirre se equivocaba si pensaba que el malestar era sólo de unos pocos. En un país con más de cinco millones de desocupados y en el que la clase política aplica una severa austeridad pese a las crecientes desigualdades sociales, la indignación es un sentimiento común a la mayoría de ciudadanos de cualquier edad o sector. 

La mayoría son jubilados de más de 60 años que lucharon durante la dictadura a favor de los derechos sociales que ahora ven peligrar de nuevo. “Estamos dando pasos atrás en el aborto, la represión, o con medidas como que la resistencia pacífica sea considerada delito”, explica Francisco en referencia a una de las reformas decididas por el Ejecutivo. Y advierte: “Seguiremos resistiendo”. 

Celestino Sánchez, otro de los miembros fundadores, detalla cómo actúan: “Hacemos desobediencia civil sin violencia: ocupaciones en protesta por los recortes en bancos, agencias de calificación, la sede de la patronal catalana, etc.”. Se reúnen en asamblea una vez al mes y ahí se deciden las acciones que van a realizar en lugares que no develan públicamente con anticipación para evitar que la policía llegue antes y les impida entrar. Los métodos clandestinos, como tantas otras cosas, los aprendieron durante el franquismo y su experiencia es el legado que quieren transmitir a los más jóvenes pese a que el contexto ha cambiado: “Cuando estaba Franco yo sabía contra quién protestar, ahora no lo sé… ¿Contra el riesgo país?”, dice María Molina, también del grupo coordinador. 

En las marchas no pasan desapercibidos: suelen montar un cortejo con música y van bailando con pancartas y megáfonos en alto. Para comprar el material recaudan dinero vendiendo pines y bocadillos. El movimiento está dotado de varias comisiones: financiera, de organización, de prensa, de comunicación. Pero manteniendo una estructura horizontal, sin jerarquías. Antonia Jover, otra iaioflauta, nota cómo se ha incrementado su trabajo a medida que crece el grupo: “Me había anotado a inglés y varias cosas pero he tenido que dejarlo”. Para entrar a formar parte de este colectivo no se requiere de ningún requisito específico y aunque no tienen sede fí-sica, se los puede contactar a través de un mensaje en su web.

FUTURO
El reciente préstamo de la Unión Europea a la banca española calculado en 100.000 millones de euros, con la consecuente pérdida de soberanía que eso supone para el país, ha acentuado la creencia de que el poder cada vez pertenece más a las élites financieras. “Con las bajadas de sueldo, la subida del precio de agua, gas, luz, transporte y gasolina nuestros ahorros y salarios han disminuido y el corralito ya es una realidad para miles de personas, la mayoría jubilados a través de las cuentas preferentes”, cuenta Celestino. A María le preocupa perder sus ahorros: “Sobre todo por mi futuro, cuando no pueda mantenerme por mí sola no quiero ser una carga para mis hijas. Una residencia cuesta, de media, 2.300 euros al mes y mi pensión es de 1.100”. 

Por eso las entidades bancarias como Bankia, que fue intervenida por el Estado, o la alemana Deutsche Bank, son los lugares que ocupan más a menudo. Una vez allí, se colocan sus característicos chalecos amarillos y piden hablar con el director. No siempre lo consiguen, pero cuando acceden a él le entregan un manifiesto que nunca tiene respuesta. La policía, por su parte, les ordena que desalojen, pero ellos no obedecen. “La policía es joven: no saben qué hacer ante alguien de 80 y pico de años. Si lo agredieran tendrían que responder ante sus nietos e hijos y los medios de comunicación”, asegura Francisco, antiguo trabajador del banco BBVA. 

Los centros sanitarios también son uno de sus objetivos, ya que pertenecen a un sector especialmente afectado por los ajustes. “Están cerrando plantas y en urgencias no te dan ni agua mientras esperas, aunque pasen diez horas”, afirma María, quien trabajó toda su vida como auxiliar técnica sanitaria. Los iaioflautas también se congregan para evitar desalojos porque según apunta Antonia, “la Constitución establece que todos los ciudadanos tenemos derecho a una vivienda y las autoridades no lo están cumpliendo”. Todas sus acciones las difunden a través de su web y redes sociales como Twitter, donde tienen cerca de 16 mil seguidores. Y es que a pesar de su edad aprovechan los beneficios de las nuevas tecnologías, aunque reconocen que la utilización de internet les ha obligado a hacer cursos para aprender y pedir ayuda a los jóvenes del 15M.

EL MOVIMIENTO CRECE
Antonia recuerda que todo empezó el año pasado, cuando cinco amigos se reunieron a comer en un restaurante chino y hablando de cómo estaban las cosas decidieron llamar a amigos “con conciencia social”. “Fuimos 15 los que ocupamos el banco Santander para mostrar nuestra indignación por las ayudas a la banca. Nos conocíamos de la lucha durante la época franquista”. 

En los últimos meses se han coordinado con sus pares del resto de España e incluso de Alemania, y ya suman de a cientos. “El fenómeno y la participación tan masiva son algo nuevo y también la expresión de que las personas de nuestra edad no aceptamos el papel pasivo que se nos atribuye socialmente”, añade Celestino. “Sólo un 1% por ciento sigue teniendo poder de decisión, al otro 99 por ciento se nos quiere jubilar de todo y para todo”. María se muestra confiada sobre el futuro del movimiento: “Venimos de muy lejos y queremos llegar muy lejos. Ya no tenemos miedo”.

Publicado en la revista argentina Tercer Sector nº 87 Julio-Agosto 2012

viernes, 27 de julio de 2012

ESPAÑA, AL LÍMITE

Vera Cataño es licenciada en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona, donde también obtuvo un Posgrado en Periodismo Sociolaboral. En la Argentina se ha desempeñado como columnista internacional en Canal 9 de Mendoza y Canal 26 de Buenos Aires


Por Vera Cataño – Con una tasa de desempleo de casi el 25% y los últimos recortes aprobados por Mariano Rajoy, muchos se preguntan por la situación del país que otrora fuera la octava potencia económica mundial.

Cuando parece que no puede ocurrir nada peor, llega otra preocupante noticia desde España. En los últimos días, el riesgo país marcó un nuevo récord al superar los 600 puntos y Valencia pidió un rescate al Gobierno, convirtiéndose en la primera comunidad autónoma en solicitarlo. Parece que le seguirán Cataluña y Murcia, mientras otras regiones lo están estudiando. De forma paralela, crece el malestar social por los recortes que anunció el presidente Mariano Rajoy y las movilizaciones sociales se suceden día tras día. El jueves de la semana pasada los principales sindicatos organizaron 80 manifestaciones que sacaron a la calle a miles de personas. Un escenario que se volvió a repetir dos días después cuando desocupados procedentes de varios puntos del país convergieron en Madrid con consignas como “El próximo parado que sea un diputado”. Anteriormente, empleados públicos de distintos rubros también se habían concentrado en varias ciudades en rechazo a la reducción de su salario que prevé el plan de ajuste. Como dato nuevo hay que mencionar que a algunas de estas marchas se han sumado miembros de las fuerzas del orden, un hecho que contrasta con los episodios de represión que han protagonizado algunos policías y antidisturbios. 

EL NUEVO PAQUETE DE AJUSTE
Los recortes y reformas aprobados por el Gobierno han sido bautizados como los más duros de la historia de la democracia española y tienen como objetivo un ahorro de 65.000 millones de euros en dos años. La suba del IVA entrará en vigor a partir del 1 de septiembre y establece un aumento del tipo general de tres puntos, del 18% al 21%, que supondrá de media un incremento de gasto de unos 415 euros por familia al año según calculó la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). El tipo reducido escala del 8% al 10% y deja de gravar productos como espectáculos culturales, productos sanitarios y funerarias, que pasarán al tipo general. España equiparará así su IVA al de países como Bélgica, donde no obstante el sueldo mensual es el doble que el de los españoles. 

Por otro lado, se suprimirá la desgravación por compra de vivienda nueva a partir de enero de 2013, apenas un año después de que el oficialista Partido Popular recuperara esta medida. Se suspende también el pago del aguinaldo de Navidad a los funcionarios y altos cargos de la Administración, a quienes les supondrá una reducción salarial del 5,7% de media, informa el diario El Mundo citando a fuentes del Gobierno. El recorte se compensará íntegramente con aportaciones al fondo de pensiones de los funcionarios a partir de 2015. También se reduce la prestación por desempleo: la cantidad que perciben las personas que se han quedado sin trabajo pasará, a partir del sexto mes, del 60 al 50% de la base reguladora. 

Otra de las reformas incide en el comercio: se amplían los horarios de las tiendas en días laborables, así como también los domingos y feriados en los que podrán abrir. Además, se liberalizará el periodo de rebajas, que hasta ahora estaban limitadas a dos campañas anuales. El Consejo de Ministros también dio luz verde a recortes en los gastos ministeriales, la gestión municipal y el número de cargos de la Administración local. 

LA CLASE POLÍTICA, DESACREDITADA
El anuncio de los recortes ha caído como un jarro de agua fría en una sociedad que se siente desalentada por la crisis y engañada por la clase política. Los datos del Barómetro de Junio 2012 elaborado por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) hablan por sí solos: cerca del 70% de la población cree que la situación política general de España es mala o muy mala y para los entrevistados la clase política es el tercer problema que existe actualmente en el país, después de la desocupación y los problemas de índole económica.

Apenas ocho meses después de asumir el cargo con una holgada mayoría absoluta, Mariano Rajoy ya ha incumplido la mayoría de las promesas que hizo durante la campaña electoral. Pero lo más grave es lo del IVA: el Partido Popular criticó la anterior suba del Ejecutivo de Zapatero y fue definida por el propio Rajoy como “el sablazo que el mal gobernante le pega a todos sus compatriotas que ya están muy castigados por la crisis”. 

Ahora, en cambio, el Gobierno considera que estas medidas son “necesarias e inaplazables” para reducir el déficit público y dinamizar la economía, y responden a criterios de “máxima justicia y equidad”. Éstos son precisamente los puntos más criticados por la sociedad, compuesta en su mayoría por las clases medias (las más perjudicadas por los recortes). Un rechazo que comparten otros partidos políticos y la oposición socialista, que pese a no hacer propuestas alternativas sólidas pidió que se retire el ajuste porque considera que pone en peligro la paz social y que agudizará la recesión en que está inmerso el país. “No tenemos libertad para elegir” es la respuesta del oficialismo. Inquietante, ya que pone de manifiesto el progresivo desplazamiento del poder de los representantes elegidos democráticamente a los centros financieros. 

El predecesor de Rajoy, el entonces líder del PSOE J.L. Rodríguez Zapatero, tampoco lo hizo mucho mejor durante su mandato. No sólo negó la crisis en sus comienzos, un fallo que le han recriminado distintos sectores por considerar que la gravedad de la situación no habría sido tal de haber tomado las decisiones adecuadas a tiempo, sino que una vez presionado por los organismos europeos aplicó medidas de ajuste que poco tenían que ver con el corte socialista del programa que lo llevó a ganar las elecciones en 2004 y 2008. 

Además, en los últimos tiempos han salido a la luz decenas de casos de corrupción en distintas formaciones políticas e incluso en la Casa Real, que hasta ahora había sido “intocable”.  No se libra ni el Presidente del Tribunal Supremo, máximo órgano del Poder Judicial, quien renunció el mes pasado luego de ser acusado de haber pagado varios viajes de lujo injustificados con dinero público. Y por si todo esto fuera poco, ocurren hechos insólitos como el exabrupto de la diputada del gobernante Partido Popular (PP) Andrea Fabra, quien desde su banca del Congreso gritó “¡Que se jodan!” luego de que Mariano Rajoy anunciara el histórico recorte. Además de la económica, la crisis de valores se hace patente en el país. 

EL LARGO CAMINO DE LA AUSTERIDAD
Los últimos recortes llegan después de otros muchos que se han ido implementado en distintos ámbitos desde que comenzara la crisis, tanto por parte del PSOE como del PP: educación, sanidad, políticas sociales, cultura, ciencia e investigación, ayuda al Desarrollo, infraestructuras, políticas activas de empleo… Y sigue la lista. Además, cabe mencionar las dos reformas laborales, en 2010 con Zapatero y este año con Rajoy, ambas en la línea de facilitar a las empresas el despido de trabajadores en nombre de la “flexibilización” del mercado laboral. El caso es que, si hablamos de empleo, España es el país con un porcentaje de desocupados más alto de toda la Unión Europea, 5.639.500 personas según la última Encuesta de Población Activa. Una realidad que muestra su peor cara a los jóvenes: más de la mitad de los menores de 25 años carece de trabajo.

La actual crisis española comenzó en 2008, en el marco de la crisis económico-financiera global que se había generado en Estados Unidos y que luego se extendió a otros países. En España, las problemáticas internacionales se suman a los efectos del fin del boom inmobiliario, en un país cuyo crecimiento económico estaba basado en el sector de la construcción. Los bancos habían concedido tipos de interés muy bajos que favorecieron el endeudamiento, pero con el estallido de la burbuja muchas personas empezaron a no poder pagar los préstamos que habían pedido. Desde entonces, el sistema financiero comenzó su caída en picado motivando la reciente intervención de la UE. Para Pablo, cocinero de 26 años, “la responsabilidad es de las personas que se endeudaron muy por encima de sus posibilidades y los bancos que concedieron todos esos créditos, sin garantía de solvencia”.

Paul Krugman, Premio Nobel de Economía 2008, escribía hace unos días en su blog para The New York Times que España se enfrenta a tres niveles de problemas: en un primer nivel están los bancos, luego viene la deuda soberana. Lo que hace que el problema de la deuda sea tan grave, explica, es el problema subyacente de la competitividad: “España necesita aumentar las exportaciones para compensar los empleos que se perdieron cuando estalló su burbuja inmobiliaria”. Krugman cree que Rajoy ha impuesto una severa austeridad que quizás sirva para reducir el déficit, pero a costa de aumentar el desempleo y no resolver de forma significativa el problema fiscal ni el de la competitividad. Por eso el título de su publicación es: “Pointless Pain In Spain” (“Dolor sin sentido en España”).

En una entrevista para el canal 24h de la televisión pública (TVE), Jorge Fabra, fundador de la iniciativa Economistas frente a la crisis, mostró también su desacuerdo con las políticas españolas para salir de la crisis: “Se está utilizando el pensamiento económico, en vano, contra los intereses generales del país”. Según Fabra, España está ante una crisis de caída de la demanda efectiva (consumo, inversiones,…) que el Gobierno debería compensar con un aumento del gasto público.   

¿FIN DEL ESTADO DEL BIENESTAR?
Hasta que no se termine la crisis no podremos analizar el alcance de sus consecuencias, pero sí vamos detectando algunas tendencias. En primer lugar, nos encontramos ante una evidente erosión del Estado de Bienestar, al menos tal y como lo entendíamos hasta ahora. En palabras de Salvador Cardús, doctor en Ciencias económicas, ensayista y periodista: “Estamos cerca del fin de la idea de un bienestar ilimitado, al que se le podían añadir ventajas, servicios y prestaciones sin parar. Habrá que ajustar el Estado de Bienestar a la riqueza del país, a su capacidad productiva”. Esto sumado sobre todo a la elevada tasa de desempleo nos lleva a un segundo punto: el empeoramiento de la calidad de vida y el aumento de la pobreza. Así lo ratifica un estudio de la Asociación de Grandes Empresas de Trabajo Temporal (Agett), que situó a España como el país de la UE con un mayor Índice de Miseria. 

La crisis también trae aparejada la precariedad laboral y una sensación generalizada de incertidumbre que afecta a jóvenes y adultos. Andrés, fotógrafo y realizador audiovisual de 27 años lo explica así: “Ha sido un cambio radical. Hace cuatro años estaba recién licenciado e iniciando una empresa propia. Ahora esa empresa está disuelta y trabajo como free-lance en lo que puedo. No sé si podré ganarme la vida con aquello por lo que aposté estudiando una carrera”. Para José Luis, abogado de 60 años, la situación tampoco es fácil: “Antes podías tener el dinero en cualquier Banco; ahora hay que pensar si es o no fiable. Antes las relaciones de trabajo de mi entorno (empresa media y grande) eran económicamente seguras; ahora hay que vigilar si pagarán o no. Antes el acceso al trabajo de un hijo universitario era seguro, tarde o temprano; ahora no se sabe”. 

La inestabilidad en la que se encuentran muchos ciudadanos tiene también consecuencias psicológicas: “Muchos de mis pacientes se ven afectados por la crisis y el paro; algunos incluso han llegado aquejados de angustias y ansiedades en relación con una situación laboral incierta”, asegura Carmen León, psicóloga clínica y psicoanalista. 

Hay jóvenes que ni siquiera tienen la posibilidad de acceder a un primer trabajo y esto puede derivar en una generación perdida, tal y como advertía hace poco la Organización Internacional del Trabajo (OIT). El sociólogo Salvador Cardús, en cambio, es prudente al respecto: “Se corre demasiado en liquidar a una generación, creando un desasosiego inútil. En todo caso, será una generación perdida para hacer lo mismo que hacían las generaciones anteriores, pero sabrá buscar sus caminos alternativos y no se va a perder, desde una perspectiva de futuro”.

Ante este panorama, muchos optan por marcharse. Según las últimas estimaciones de población actual difundidas por el Instituto Nacional de Estadística (INE), más de 40.000 españoles emigraron del país en el primer semestre del año y en 2011, por primera vez en una década, España registró más movimiento de emigración que de inmigración. La mayoría de los que emigran son jóvenes calificados que tratan de encontrar oportunidades laborales principalmente en Europa, Estados Unidos y América Latina. Dentro de la UE, muchos eligen a la principal economía: Alemania. Es el caso de Andrea, ingeniera ambiental de 26 años que ahora vive en Friburgo: “Las dificultades así como el ritmo de trabajo vago se contagian y me hacían apalancarme, al contrario de la situación en la que me encuentro ahora: motivada al 100%, exprimiendo mi cerebro a más no poder”. 

El alto nivel de preparación de los muchos que dejan el país hace que algunos analistas hablen de una fuga de cerebros en España, que vuelve así a una tendencia de los años 40 y 50, en la época de la posguerra, cuando los trabajadores emigraban a Alemania, Francia o la Argentina en busca de una vida mejor.  

Otra de las consecuencias que está teniendo la crisis es una mayor dependencia del sector turístico. Como afirma David Levy, asesor financiero independiente, “la gente está sufriendo y hay datos sociales muy preocupantes, pero España recibe mucho turismo que permite seguir manteniendo cierto nivel de crecimiento”. Sobre las perspectivas de futuro Levy opina que la recesión todavía durará varios años y agrega: “Vamos hacia un cambio de modelo de crecimiento más estable y sostenido”. El FMI, por su parte, prevé que España prolongue la recesión durante 2013. 

ESPAÑA Y LA UE
Una de las particularidades de esta crisis respecto a las anteriores es que es global. Además, ocurre en un momento en que España forma parte de la UE, donde los países miembros comparten un mismo mercado, una misma moneda y donde se aplica una política monetaria única (el Estado no puede devaluar el euro a diferencia de lo que podría haber hecho con la peseta).

El tamaño de la economía española y su capacidad de contagio al resto de potencias hacen que Europa esté también en riesgo. Hasta el momento, la UE ha otorgado un rescate a la banca de ese país valorado en 100.000 millones de euros. Otro dato que indigna a la sociedad, que considera injusto tener que pagar con su dinero la devolución del préstamo cuando los responsables de entidades bancarias como Bankia (incluido el ex director del FMI Rodrigo Rato) están imputados por administración desleal o fraudulenta y apropiación indebida, entre otros delitos. Más aún teniendo en cuenta que el número de desahucios alcanzó un nuevo récord durante el primer trimestre del año. 

De todos modos, según un artículo publicado por el diario El País, influyentes expertos señalan que cada vez es más probable una intervención total de la economía española como ocurriera con Grecia, Portugal e Irlanda. Tres casos en los que por cierto las medidas de austeridad no parecen haber surtido el efecto esperado, con una cada vez más comentada salida del euro del país heleno. 

“En esta crisis hay ganadores y hay perdedores. Y no estamos ante economistas incompetentes que estén aconsejando mal a los gobiernos, lo que pasa es que hay una utilización de la crisis como coartada para cambiar el modelo de convivencia social europeo (…) que hace transferencia de rentas entre los sectores menos favorecidos y los más favorecidos”, explica Jorge Fabra. Frente a las medidas de austeridad él defiende alternativas como los eurobonos, la mutualización del riesgo y que el BCE dé liquidez directamente a los estados para que su prima de riesgo sea menor.

Entonces, ¿se pueden hacer las cosas de otra manera? Veamos los modelos de Islandia y Francia. Hace tres años, la crisis financiera impactó en la economía islandesa y las autoridades nacionalizaron la banca, pero rechazaron financiar el rescate de sus bancos. Desde entonces el país ha tenido que enfrentar duros ajustes, pero a fines de 2011 ya logró crecer de nuevo. Por otro lado, las políticas del presidente de Francia, François Hollande, también demuestran que el ajuste no tiene por qué ser tan severo. 

Existen alternativas, falta querer aplicarlas con todo lo que eso puede implicar para los grupos de poder. La crisis es una de las más graves en la historia reciente de España, pero también se desarrolla en un contexto donde hay más actores implicados y la ciudadanía en su conjunto está mejor informada. ¿Sabrán estos actores canalizar el descontento colectivo e influir de forma efectiva en las decisiones de la clase política y en un eventual cambio del sistema? La sociedad entera lo está pidiendo a gritos.
 
Publicado en la revista argentina Debate